Con Miguel Hernández

Lo mismo que inventar es comprender
algo que aún no existía
y traducir lo oscuro al lenguaje de la luz,
leer su corazón
fue soñar un idioma sin la palabra usura,
sin miseria, injusticia, desigualdad, prohibido...
sin palabras que fuesen veneno en el agua
y sal en la herida. (...)
Benjamín Prado

martes, 11 de mayo de 2010

5

Como tú


Así es mi vida,

piedra,

como tú; como tú,

piedra pequeña;

como tú,

piedra ligera;

como tú,

canto que ruedas

por las calzadas

y por las veredas;

como tú,

guijarro humilde de las carreteras;

como tú,

que en días de tormenta

te hundes

en el cieno de la tierra

y luego

centellas

bajo los cascos

y bajo las ruedas;

como tú, que no has servido

para ser ni piedra

de una Lonja,

ni piedra de una Audiencia,

ni piedra de un Palacio,

ni piedra de una Iglesia;

como tú,

piedra aventurera;

como tú,

que, tal vez, estás hecha

sólo para una honda,

piedra pequeña

y

ligera ...



León Felipe

Versos y oraciones de caminante (1920-1929)


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martes, 4 de mayo de 2010

4

Amistad a lo largo


Pasan lentos los días

y muchas veces estuvimos solos.

Pero luego hay momentos felices

para dejarse ser en amistad.

Mirad:

somos nosotros.



Un destino condujo diestramente

las horas, y brotó la compañía.

Llegaban las noches. Al amor de ellas

nosotros encendíamos palabras,

las palabras que luego abandonamos

para subir a más

empezamos a ser los compañeros

que se conocen

por encima de la voz o de la seña.



Ahora sí. Pueden alzarse

las gentiles palabras

--esas que ya no dicen cosas--,

flotar ligeramente sobre el aire;

porque estamos nosotros enzarzados

en mundo, sarmentosos

de historia acumulada,

y está la compañía que formamos plena,

frondosa de presencias.

Detrás de cada uno

vela su casa, el campo, la distancia.



Pero callad.

Quiero deciros algo.

Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.

A veces, al hablar, alguno olvida

su brazo sobre el mío,

y yo aunque esté callado doy las gracias,

porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.

Quiero deciros cómo todos trajimos

nuestras vidas aquí, para contarlas.

Largamente, los unos a los otros

en el rincón hablamos, tantos meses!

que no sabemos bien, y en el recuerdo

el júbilo es igual a la tristeza.

Para nosotros el dolor es tierno.



Ay el tiempo! Ya todo se comprende. "



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Jaime Gil de Biedma