Con Miguel Hernández

Lo mismo que inventar es comprender
algo que aún no existía
y traducir lo oscuro al lenguaje de la luz,
leer su corazón
fue soñar un idioma sin la palabra usura,
sin miseria, injusticia, desigualdad, prohibido...
sin palabras que fuesen veneno en el agua
y sal en la herida. (...)
Benjamín Prado

lunes, 18 de octubre de 2010

6

El sueño verdadero
                         A César Simón, in memoriam


En el cenit del día

un derrumbe se escucha silencioso:

es el ínfimo estruendo

de la nube que quiebra su lograda figura

para ser de sí misma sólo un eco en lo alto.

Todo está en su solsticio,

en su plena apariencia mientras el sol lo abrasa.

Y a la herida del hombre su latido le presta

el frágil corazón de la que cree su hora

en la burla del tiempo.



Todo vive muriendo y, sin embargo,

qué arraigado saberse cierto y hondo

en la misma raíz del desarraigo,

qué morada a cubierto en la brusca intemperie,

qué verdad este sueño

cristalino de agosto.



Vicente Gallego,
"Santa deriva", 2002

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